viernes, 16 de febrero de 2018

Capítulo 1 || La Melancolía de Vancouver.

Aeropuerto internacional de Vancouver, Canadá.



          Eran las 10:20 am cuando el vuelo procedente de Córdoba, Argentina arribó al aeropuerto internacional de Vancouver, hacía frío y la gente entraba y salía del lugar envuelto en abrigos grandes que parecían mantener caliente sus cuerpos.
          Alan pasó por el Check In junto a sus maletas y se dirigió hacia la cafetería. Allí había acordado con su mejor amigo para encontrarse, habían pasado 4 años desde la última vez que se vieron, antes de que Julián partiese a Vancouver tras una oferta de trabajo para el padre del mismo.
—Escuchame, ya llegué. ¿Dónde estás? —le habló a su amigo por teléfono.
—Estoy acá. ¿Quién sos de todos estos que están acá? No te sé reconocer.
— ¿Cómo no? Soy el que tiene la valija negra.
—Estamos en un aeropuerto. Todo el mundo tiene valijas negras acá. Sé más específico. —gruñó Julián.
—Tengo un sweater celeste y el teléfono en la oreja. Dale boludo que me están viendo raro ya. —expresó incómodo.
—Ah sí, ¡Ya te vi!
Después de eso, Julián cortó la llamada y se acercó a su amigo. Juntos se fundieron en un gran abrazo con unas cuantas palmadas en la espalda del otro, de esos que se da la gente que no se ve hace años mientras en la cabeza del otro iban apareciendo muchas imágenes de las tardes que habían pasado juntos jugando, hablando, riendo; e inevitablemente la relación mantenida entre la menor de los Carranza y el recién llegado.
Se deshicieron del abrazo alegres y decidieron sentarse en una de las mesas alejadas a compartir unas cuantas risas, charlas y un café.
Ambos parecían evitar el tema de la relación de Anabella con Alan, puesto que sería revolver la basura en vano, pero no faltó oportunidad para hablar de la vida sentimental de ambos.
—No, yo la verdad no estoy en nada, desde que me separé de aquella chica para venirme para acá, no me pude reponer. Todavía me duele pero supongo que en algún momento va a pasar todo esto.
—No la llames “Aquella Chica”, se llama Laura.
—Laurita… —suspiró Julián, nostálgico. — Casi puedo escucharla llorar cuando le dije que me venía para acá.
—Pero podrían haber seguido juntos, ¿Por qué no? —Aventuró Alan ante la negativa silenciosa de Julián.
—Ella no quiso. No quería una relación a distancia. Ella quería verme seguido, tocarme, tener una “Relación Face-To-Face” según lo que dijo.
Ante la mirada de desconcierto de Alan, decidió cambiar de tema.
—Vos mucho que te la das de investigador, ahora vas a ser el investigado. ¿Qué onda?
— ¿Qué onda con qué?
— ¿Cómo con qué? Sabés de qué te hablo.
—No indagues, ¿Querés?
—Ay, “Sorry”, “no indagues” me decís. Dale, dejate de joder.
—Bueno bueno. —Respondió con hartazgo a la insistencia de Julián— Estoy de novio, pero la dejé allá en Córdoba. Le dije que iba a volver en una semana o dos.
— ¿La dejaste sola? Esperemos que el karma no te venga a buscar. Ahem, waiter! I want to ask for the bill. —Antes de que Alan replique –Aunque no tuviese nada para replicar. – llamó al mozo y pagó la cuenta.
Se levantaron de la mesa, Julián guardó el ticket en el bolsillo y Alan se abrigó. Nunca había visto tanta nieve junta.
Caminaron hasta la salida esperando encontrar algún taxi, pero la demanda era enorme, de modo que tuvieron que esperar un rato largo antes de que llegue uno.
Mientras esperaban, Julián le hablaba de su afición, las Ciencias exactas, sabía que era el tema que le apasionaba también a Alan, pero el motivo por el que le hablaba de eso era otro. Intentaba distraerlo. Sabía que estaba nervioso por ver a su hermana.
En la mente de Alan, sólo se reproducían las escenas de una relación hermosa para él, pero turbulenta para Anabella. Repasaba las imágenes una y otra vez, ansioso de verla, mientras respondía al parloteo de Julián con monosílabos. Decidió que iba a preguntarle por su ex, pero justo vino el Taxi que los llevaría a la casa de los Carranza.
Cargaron las valijas, subieron al taxi, Julián indicó la calle y Alan iba anotando las frases inglesas en un bloc de notas, porque no sabía absolutamente nada de inglés. Si iba a estar allí dos semanas, al menos tendría que aprender a moverse en aquella enorme ciudad.
El conductor observó a sus pasajeros a través del espejo retrovisor. Primero, al muchacho de cabello negro, con la nariz enrojecida del frío que se soplaba las manos para calentarlas aunque la calefacción estuviese encendida. Después, miró al otro muchacho de cabello castaño oscuro, totalmente inmutable, que miraba por la ventanilla. Este último parecía estar acostumbrado al frío. No era muy difícil intuir cuál de los dos era el recién llegado y cuál el que lo fue a recibir.
Are you cold? Don’t worry, the heater is on.
Alan notó que le hablaba a él y lo miró extrañado.
— ¿Qué dijo? —Pensó.
Por suerte, Julián llegó al rescate y le tradujo.
—Te preguntó si tenías frío y después dijo que no te preocupes porque la calefacción estaba encendida.
—Sí, estoy cagado de frío. ¿Cómo soportás vivir acá?
—Supongo que estoy acostumbrado —se encogió de hombros, entonces recordó que el taxista aún aguardaba una respuesta. — Sorry, he doesn’t speak English so I translated to him and he said “Thanks”.
El taxista comprendió y se concentró en el camino.
— ¿Vos aprendiste inglés antes de venirte, aprendiste acá…?
—Lamentablemente terminé aprendiendo acá y de oído. Viendo series, escuchando a la gente hablar…—se cuidó de mencionar que su hermana Anabella le había enseñado a desenvolverse en el habla inglesa y Alan omitió preguntarle. Ambos sabían que la menor de los Carranza tenía un grado de inglés elevado en el momento en que se mudaron a Canadá.


—Entiendo…. ¿Falta mucho para llegar? Me estoy congelando de a poco.

8 comentarios:

  1. Jajajaja bueno, puedo decir que me siento agradecida de no sentirme identificada con Laura salvo en el nombre. Y mira que me gustan las relaciones Face-To-Face pero bueno, la distancia también tiene su puntillo. Ahora quiero saber mas sobre la historia de Anabella y lo que pasó para que no quiera mencionar nada de ella!

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Ya te vas a enterar... 😌 Hoy subo un nuevo capítulo!

      Borrar
  2. Justo abri este post en el trabajo y leí las dos primeras frases y me enganché,quiero seguir leyendo tranquila en mi casa!! Asi que me voy a guardar este post para leerlo despues ♡ un beso!

    ResponderBorrar
  3. El ritmo está muy bien y la historia engancha, así que lo único que puedo decirte que no me gusta es que las frases en Inglés no están bien. Sobre todo si uno le pregunta al otro si aprendió inglés y el que contesta habla inglés con unos errores que ni te digo. Bueno, cuidaría eso jejeje. Por ejemplo "Sorry, he don’t speak English. I translated him and he said “Thanks” sería "Sorry, he doesn't speak English so I'm translating him what you asked for, and he answered thanks" Por lo demás ahora quiero leer como sigue la historia!!! Qué le pasó a la hermana? Por qué están en Canada? Siguiente capitulo!!! Besos

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Me alegra que te haya gustado. Respecto a los errores, te juro que los corregí. Guardé el archivo en One Drive para subirlo desde la compu y creí que se había guardado. Ahora mismo lo arreglo, se ve garrafal el error JAJAJA
      La familia Carranza tuvo que mudarse desde Argentina hasta Canadá porque los padres consiguieron trabajo allá. Si no es hoy, es mañana, pero el capítulo ya está casi listo! Besos! :D

      Borrar
  4. HOla!! es una gran historia que me dejó con ganas de saber mucho mas, poco puedo decirte en cuanto a la narrativa pues desconozco por completo de ello, solo se que ya quiero saber que sigue y conocer un poco mas a los personajes, pues aún no logro ponerles un físico exacto, salvo lo poco que describe el chófer del taxi. Espero que tengas mucho éxito con esta novela y poder verla impresa.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Hola! Me alegra que te enganche, ojalá la pueda publicar algún día. Ahora mismo estoy escribiendo el segundo capítulo, estate al pendiente :D

      Borrar